¿Hacia dónde nos dirigimos con ESG?

Artículo extraído de: www.int-comp.org

 

Todos deberíamos ser conscientes del impacto de la humanidad en nuestro planeta: el cambio climático está aquí, sus efectos son exponenciales y está provocando, y seguirá provocando, una crisis humana existencial. La evidencia es clara. No podemos negar que la situación existe.

Pero, ¿por qué recién ahora está en la agenda corporativa? ¿O ha estado en la agenda durante algún tiempo, pero apenas está llamando la atención de una audiencia más amplia?

La razón principal es que el cambio climático ya no es un interés de nicho. Los inversionistas individuales y corporativos se están enfocando en aquellas empresas, corporaciones y otras organizaciones que promueven o han adoptado la sustentabilidad a largo plazo.

¿Es, por lo tanto, el cortoplacismo algo que quedará relegado a las “lecciones que hemos aprendido”?

Probablemente no, pero si la tendencia continúa, las visiones y ambiciones a largo plazo superarán la rentabilidad a corto plazo, "a cualquier costo", porque los apetitos cambiarán. Las responsabilidades ambientales y sociales ganarán.

No nos centremos solo en la 'E' de ESG. Los verdaderos ESG reflejan los problemas ambientales, los factores sociales y la gobernanza holística de toda la empresa, en lugar de una gestión y un control aislados y separados. Las áreas de enfoque podrían incluir:

  • Ambientales: producción y manejo de residuos, uso de recursos, carbono neutralidad, impactos sustentables, etc.
  • Social: derechos humanos, justicia social, gestión del capital humano, lucha contra el soborno y la corrupción, etc.
  • Gobernanza: gestión por parte de los líderes, derechos de las partes interesadas, impactos de la gobernanza más amplia de la junta, lealtades políticas, etc.

¿Existen indicadores de desempeño ESG?

Los indicadores de desempeño simples pueden dar una verificación de barómetro sobre la aceptación de ESG en su empresa.

  • ¿Qué tan comprometida está nuestra gente? ¿Podemos medir esto a través de encuestas de satisfacción de los empleados? ¿Qué preguntas podríamos hacer?
  • ¿Qué pasa con el compromiso local? ¿Cómo apoyamos las causas locales y cómo responde esto a los intereses y preocupaciones de nuestra gente?
  • ¿Qué tan efectivos son los programas de capacitación para informar sobre el soborno y la corrupción? ¿Están siquiera en su lugar?
  • ¿Tenemos nuestra propia política corporativa de derechos humanos? ¿Todas las partes interesadas lo apoyan y lo aceptan?
  • ¿Nuestros proveedores están de acuerdo y cumplen con nuestros objetivos y valores ESG?
  • ¿Producimos informes de sostenibilidad creíbles y auditables?
  • ¿Supervisamos y modificamos nuestro desempeño ambiental y social si es necesario?
  • ¿Tenemos un verdadero manejo de la necesidad de identificación y divulgación de riesgos climáticos?
  • ¿Tenemos un objetivo al que apuntar? Por ejemplo, los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero son alcanzables, pero luego se debe establecer un seguimiento continuo del cumplimiento.

¿Porqué ahora?

La respuesta simple es por el movimiento hacia un mayor escrutinio regulatorio. Hemos visto surgir los inevitables acrónimos (CSRD, SFDR, TCFD, etc.), pero esto podría ser solo el comienzo.

Antes de la COP26 en Glasgow, el Tesoro de Su Majestad el Reino Unido propuso nuevas reglas dirigidas a las empresas financieras y las empresas que cotizan en bolsa:

  • obligándolos a producir planes de transición neta cero, y
  • requiriendo la articulación del plan de 'estándar de oro', mitigando el riesgo de lavado verde.


Ha habido críticas de los activistas, en el sentido de que estos objetivos no son legalmente vinculantes, y la economía es que las empresas dañinas todavía están siendo apoyadas. Las propuestas también se centran por completo en el sector privado, y para tener un verdadero éxito es necesario incluir al sector público.

La realidad es que alrededor del 40% de las finanzas privadas están comprometidas con estas iniciativas de “zanahoria”, pero el “palo” regulatorio podría seguir en el futuro.

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